sábado, julio 02, 2005

Nacionalismos, patria y paz



Nacionalismos, patria y paz

Presentación

La vida humana prosigue su marcha, cuajada de promesas y esperanzas. Tampoco faltan riesgos y peligros. A este respecto, los últimos lustros han sido especialmente sorprendentes y magníficos: cayó el muro de Berlín, saltó por los aires la política de bloques que fragmentaba la vida mundial, muchas naciones se abrieron a la libertad, otras alcanzaron su independencia... Y en este intento prosiguen otras muchas, anhelando una libertad que parece se les niega: el derecho a ser ellas mismas, y a disponer de su futuro en clima de respeto y fraternidad universal.

Merced a este proceso que venimos registrando, últimamente, los nacionalismos han cobrado gran auge. Hasta el extremo de que en Europa, a causa de los mismos, se han vivido varias guerras, cuando parecía algo superado, algo que jamás volvería a repetirse... Las guerras han sacudido el suelo europeo: Serbia-Croacia. El conflicto de los Balcanes (Bosnia-Herzegovina-Serbia), parece eternizarse. Últimamente, con motivo de la crisis albano-kosovar, el conflicto armado ha sido especialmente virulento: la comunidad internacional, por medio de la OTAN, hizo frente al poder serbio... Muchos conflictos subyacen ocultos, como larvados. Otros han explotado. Cada día (quizás, exagerando un tanto) podemos asistir a un nuevo conflicto. Hace poco en Daguestán... La razón última de todo esto son los nacionalismos, que durante la represión comunista estuvieron latentes y ahogados, pero que, en cuanto han encontrado un pequeño espacio de libertad, pretenden abrirse paso...

A resultas de esto, vivimos un momento de gran incertidumbre. Con motivo de la guerra de los Balcanes se temió el peligro de una guerra a gran escala, de carácter internacional, que no sabemos a dónde nos habría arrastrado. Por otra parte, comprendemos la aspiración justa de tantos pueblos a la libertad que ansían. Pero, al mismo tiempo, e incluso en la vieja Europa (donde las naciones ya están consolidadas hace siglos) vemos cómo se abren paso nuevos nacionalismos, que parece van a fragmentar la unidad de esas naciones, generando tantos y tan preocupantes desequilibrios y conflictos.

Todo esto acontece hoy, precisamente cuando la vida humana se está proyectando a escala universal más que nunca. Se ha hablado del mundo como de la aldea común, de la casa propia de todos los hombres... Las grandes líneas de la política y de la economía se trazan con criterios de globalización. Cada día las relaciones internacionales cobran mayor auge, de modo que es impensable proyectar la vida nacional de modo autónomo y cerrado. Y se llega al extremo de poner en crisis el concepto de soberanía nacional, entendida ahora como interdependencia mundial, quedando relativizada. Y se habla del derecho a la intervención, a la injerencia en los asuntos internos de una nación cuando están en peligro la vida del hombre y de sus derechos fundamentales...

En fin, el momento que vive la humanidad es de gran importancia, para la suerte que nos pueda deparar el futuro. No cabe duda que los nacionalismos son promesa (hay nacionalismos justos), y, por otra parte, también pueden ser amenaza, como lo han sido recientemente: sobre todo cuando toman el cariz de los nacionalismos exacerbados, extremos, que pretenden erigirse en el absoluto, minimizando y reduciendo a ser posible lo que es diferente, hasta ahogarlo o absorberlo.

Por esto mismo, ofrecemos al lector este estudio breve y sencillo, pero escrito con la intención de prevenir acerca de la importancia del problema, y al objeto de ofrecer criterios éticos y morales que puedan ayudar a formar la conciencia, en orden a sostener una actitud y un compromiso responsable. El fin último es que toda persona sea amada y respetada, de forma que pueda ejercer libremente los derechos humanos que reclama su dignidad personal. También hemos querido subrayar la importancia del respeto de los derechos de las naciones en orden a propiciar la paz y el justo orden internacional. Patriotismo y nacionalismo no son valores absolutos, aunque sí legítimos.

¡Será preciso contar con la sabiduría necesaria para conjugarlos y armonizarlos en unidad con los valores humanos y nacionales que ofrecen personas y comunidades humanas diversas de la propia, pero que son de los nuestros porque son humanas! ¡Los representantes de los Estados tengan presentes sus graves responsabilidades! ¡Vivamos todos en la solidaridad propia de personas humanas, en orden a construir un futuro mejor!

ÍNDICE

PREÁMBULOS: LA VERDAD DEL HOMBRE

El hombre: fundamento de sus derechos

Razón moral de los derechos humanos

Los derechos humanos y el orden social

Los derechos humanos en el Estado de derecho y en la democracia

La verdad del hombre y de la familia: derechos respectivos

I- LA NACIÓN CONSTITUIDA

Concepto

Historia del origen de las naciones

Elemento espiritual de las naciones

Las nacionalidades

Nacionalidad de los ciudadanos

Nacionalismo

El peligro de los nacionalismos exacerbados

Respeto a las minorías

Cristianismo y nacionalismos

Iglesia y nacionalismos

Nacionalismos: compromiso del cristiano

Derechos de la nación

* Las personas y las comunidades tienen derechos inalienables

* Los pueblos tienen derecho al respeto de sus derechos

* La violación de los derechos de la nación es consecuencia de la violación de los derechos humanos

* Nación: Derecho a la autodeterminación

* Derecho a la autodeterminación constituyendo el Estado

* La Nación tiene derecho a la libertad, a la independencia y a su propia lengua, cultura y tradiciones

* La Nación tiene derecho a la unidad, a la soberanía, a la integridad territorial e independencia

* La Nación, y el Orden Internacional, deben construirse sobre el fundamento de los derechos humanos

* Derecho a la nacionalidad y a la residencia

II- EL PATRIOTISMO

El amor a la patria

Deberes para con la patria

Pecados contra el patriotismo

El amor a la patria, virtud moral

Deformación del espíritu patrio

Clases de patriotismo

El patriotismo en relación con el nacionalismo y estatismo

III- EL ESTADO

A) El Estado: visión de conjunto a lo largo de la historia

Aportación del Cristianismo a la comprensión del Estado

- El Concilio Vaticano II y el orden social

B) EL Estado y la política

Concepto: qué es el Estado

Estado y derechos humanos

Estado y sociedad

Autoridad y soberanía

El Estado y el Gobierno

La Constitución

Principios constitucionales

Los derechos del Estado

* Los derechos del poder deben respetar los derechos humanos

* El «poder político» está obligado a respetar los derechos fundamentales de la persona humana

* El Estado no tiene derecho a violar los derechos básicos del hombre, incluso en situaciones excepcionales

* El hombre tiene derecho a vivir en un «Estado de derecho», que constituye la mejor garantía para sus derechos

* El Estado debe ser el defensor de los derechos del hombre

* «Los Estados no tienen derecho a la indiferencia» ante graves necesidades de terceros: derecho de injerencia humanitaria

* El Estado tiene derecho a la legítima defensa La política

C) El Orden Internacional: nueva configuración

IV- LA VIDA DE LAS NACIONES EN PAZ

La nación justamente ordenada

La libertad de las naciones

Cultura y nacionalismos

Fuerzas armadas, al servicio de la paz

El Orden Internacional se construya para la paz

La diplomacia al servicio de la paz

La intervención o injerencia humanitaria

El obstáculo de la carrera de armamentos

La violencia atenta contra la paz: rechazo de la intolerancia

El terrorismo, enemigo de la paz

Necesidad del perdón y de la reconciliación

Acogida solidaria a los refugiados

EPÍLOGO- EJEMPLO DE CRISTO Y COMPROMISO DE LA IGLESIA

Precio 12,00 euros

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